
Italia tiene muy arraigada ciertas cuestiones culturales que están por cambiar: una histórica sentencia del Tribunal Supremo italiano obliga a que los jóvenes empiecen a buscar empleo tras finalizar sus estudios mientras que los padres ya no están obligados a mantenerlos indefinidamente. Este país es uno de los pocos que mantiene a los hijos en casa de sus padres hasta que cumplen una media de 30 años.
El Supremo pide un cambio radical donde se ha de pasar “del derecho a cualquier derecho” al concepto del deber. Con esto quieren a acabar con un “abuso de derechos”, donde los hijos -una vez que acaben con sus estudios- deberán empezar a buscar trabajo e independizarse lo más pronto posible porque la manutención tiene un objetivo educativo, más no es un seguro indefinido.

Los jueces también revocaron la concesión de la casa matrimonial para el hijo, afirmando que ahora en todos los países del mundo se asume la independencia económica a los 30 años, menos en Italia. Asimismo, destacan que la tampoco la imposibilidad de encontrar trabajo tiene que significar que los hijos no puedan mantenerse indefinidamente. Por tanto, el Supremo establece que los hijos deben encontrar trabajo para independizarse pese a los contratos precarios, las hipotecas o los malos salarios.
En Italia, el 64,3 % de los jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y 34 años vive en familia, según los datos aportados por el Instituto oficial de estadística (Istat) del 2019.